November 23, 2024

La nube detrás de la locura del Black Friday: los costos ocultos de la conveniencia

Cuando llega el Black Friday, los compradores en línea conocen el procedimiento: preparen sus listas, sigan actualizando las páginas y cruzando los dedos para conseguir una oferta. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué pasa entre bastidores para garantizar que esos sitios de comercio electrónico no se bloqueen cuando llaman millones de compradores? El héroe oculto en este frenesí de compras es el nube. Esta infraestructura invisible es la columna vertebral que ayuda a las empresas a gestionar los enormes picos de tráfico y transacciones. Sin embargo, si bien la nube es la solución perfecta para los minoristas que buscan sacar provecho de las rebajas del Black Friday, hay algunas desventajas que hay que tener en cuenta, especialmente en lo que respecta a la confiabilidad, el costo y el medio ambiente.

La nube para el Black Friday

El Black Friday es de vida o muerte para muchas empresas, especialmente para los minoristas. Hay mucho en juego: si un sitio de comercio electrónico se bloquea o se ralentiza, puede significar una pérdida de ventas millonaria en cuestión de minutos. Ahí es donde entra en juego la nube. En lugar de confiar en servidores tradicionales con capacidad fija, las empresas utilizan servicios en la nube que ofrecen flexibilidad y escalabilidad. Piense en ello como ampliar un estadio para albergar a más aficionados durante un gran partido; la nube permite a las empresas gestionar los picos de tráfico sin quedarse sin espacio.

La escalabilidad lo es todo. Los proveedores de nube como Amazon Web Services (AWS), Microsoft Azure y Google Cloud permiten a las empresas ampliar los recursos de capacidad de almacenamiento y procesamiento a medida que aumenta el tráfico. Este escalado dinámico evita que los sitios web se bloqueen durante las horas punta. Gestionar los picos repentinos de la demanda no solo tiene que ver con las ventas, sino que también es fundamental para el procesamiento de pagos, la gestión del inventario y el servicio de atención al cliente. Por ejemplo, Shopify registró más de 3,5 millones de dólares en ventas por minuto durante el Black Friday y el Cyber Monday de 2023, una gran cantidad de datos y transacciones para que la nube los gestione.

Sin embargo, si bien la nube ofrece una experiencia perfecta para el consumidor, las empresas se enfrentan a un juego de malabares. Deben asegurarse de que su infraestructura en la nube sea lo suficientemente sólida como para gestionar la demanda y ser rentable. El coste de la ampliación puede ser enorme si las predicciones de tráfico son incorrectas. Esto puede implicar un sobreaprovisionamiento o un aprovisionamiento insuficiente, lo que repercute gravemente en los resultados finales. Las empresas tienen que pronosticar sus necesidades con cuidado y, a menudo, utilizan análisis avanzados y datos históricos para lograr el equilibrio adecuado.

Otra clave del éxito del Black Friday es la flexibilidad de las herramientas de análisis basadas en la nube. Las empresas utilizan estas herramientas para obtener información en tiempo real sobre el comportamiento de los clientes y ajustar sus estrategias de marketing sobre la marcha. Imagine un escenario en el que un producto comience a ser tendencia durante el evento; los análisis en la nube pueden ayudar a las empresas a detectar el aumento y ajustar el inventario y los anuncios en consecuencia. Esta adaptabilidad en tiempo real solo es posible porque la infraestructura de nube subyacente permite analizar los datos sin problemas.

Costos de tiempo de inactividad: por qué es importante la confiabilidad

black friday crowd in front of screens saying black friday and security holding them off

En el mundo del comercio minorista en línea, el tiempo de inactividad es una mala palabra. Imagínese si el sitio web de un minorista importante dejara de funcionar mientras miles de clientes intentaban pagar. El resultado sería una pérdida de ventas y reputación de marca. La investigación muestra el coste medio de una hora de inactividad para las empresas de comercio electrónico es de entre 500 000 y 1 millón de dólares. Durante el Black Friday, ese costo puede multiplicarse varias veces, por lo que la confiabilidad es clave para los servicios en la nube.

Para evitar estas interrupciones, las empresas suelen tener redundancias en sus redes en la nube. Esto significa tener sistemas de respaldo que puedan tomar el control si el sistema principal falla, un proceso denominado conmutación por error. Los proveedores de servicios en la nube también ofrecen acuerdos de nivel de servicio (SLA) que prometen un nivel específico de tiempo de actividad, normalmente del 99,9% o más. Sin embargo, las interrupciones ocurren. En 2021, AWS sufrió una interrupción importante eso afectó a muchos servicios populares, incluidos Netflix y Disney+, por lo que incluso los sistemas más confiables pueden fallar.

Más allá de las estrategias de conmutación por error, las empresas también implementan mecanismos avanzados de monitoreo y alerta para detectar problemas antes de que se conviertan en interrupciones. Estos sistemas de monitoreo utilizan la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para analizar datos en tiempo real, identificar anomalías y activar respuestas automáticas. Estas medidas proactivas son fundamentales para garantizar que los sitios de comercio electrónico sean confiables durante el Black Friday, cuando hay mucho en juego. Los proveedores de servicios en la nube se ven presionados para que mantengan sus servicios en funcionamiento durante los días de mayor actividad comercial. Si la nube falla, el impacto económico es enorme, no solo para una empresa sino para toda la economía. Durante el Black Friday, la nube está literalmente frenando la economía mundial de compras.

Impacto ambiental: el lado oscuro de la nube

green bin with electronics that says e-waste and has the recycle logo

Si bien la nube respalda la infraestructura del Black Friday, también plantea dudas sobre la sostenibilidad. La nube no es algo mágico e intangible; se compone de centros de datos—enormes edificios llenos de servidores que consumen enormes cantidades de energía. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), centros de datos en todo el mundo consumen alrededor del 1% de la electricidad mundial, que es una cantidad enorme.

Durante el Black Friday, el consumo de energía aumenta a medida que se activan más servidores para satisfacer la demanda. Cada servidor adicional consumió más energía y más emisiones de carbono, especialmente en las regiones donde la electricidad todavía se genera en gran medida a partir de combustibles fósiles. Es una paradoja: la nube apoya un evento impulsado por los consumidores que fomenta más compras y envíos, lo que aumenta la huella de carbono.

Y luego está residuos electrónicos. Los centros de datos necesitan actualizaciones constantes de hardware para seguir siendo competitivos y eficientes, lo que genera una enorme cantidad de residuos electrónicos. Este hardware con frecuencia se desecha prematuramente y contribuye a un creciente problema medioambiental en el que pocos consumidores piensan cuando hacen clic en «añadir al carrito». Muchos centros de datos están intentando reducir su impacto ambiental mediante el uso de energía renovable, pero los avances son desiguales entre las regiones y los proveedores de la nube.

Más allá de la comodidad, ¿cuál es el coste real de la ampliación?

Para los consumidores, la nube significa velocidad, confiabilidad y conveniencia. Puede comprar desde cualquier lugar y en cualquier momento, sin preocuparse de que el sitio web se bloquee a la mitad del proceso de compra. Sin embargo, para las empresas, expandirse para el Black Friday no es gratis. Mientras soluciones en la nube son más rentables que los servidores físicos y también vienen con tarifas de uso que aumentan con la demanda. Por lo tanto, si bien las empresas pueden evitar pagar por la capacidad no utilizada durante el resto del año, todavía tienen que pagar mucho durante las horas punta.

Y hay un costo ambiental que a menudo es invisible. Ampliar los recursos de la nube para un día de consumismo pone de relieve la paradoja de un mundo digital en el que la comodidad y la sostenibilidad están en desacuerdo. ¿Puede la nube soportar este nivel de consumo si estos eventos son cada vez más grandes y globales?

El coste real también implica una mayor dependencia de unos pocos grandes proveedores de nube, lo que crea un punto único de fallo para todo el ecosistema minorista. Si uno de estos proveedores sufre una interrupción, como ocurrió con AWS en 2021, el impacto se extenderá a varias empresas y afectará a millones de consumidores. Esta concentración de poder también significa que las empresas están a merced de las estrategias de precios de estos gigantes de la nube, que pueden resultar brutales durante las horas punta.

¿Podemos tener un Green Friday?

futuristic green city landscape

Con la creciente conciencia sobre los problemas de sostenibilidad, algunos minoristas y consumidores comienzan a cuestionar la necesidad de eventos de ventas tan importantes. Hay un movimiento pequeño pero creciente hacia el «Viernes Verde», que anima a las personas a comprar menos o, al menos, a comprar con más cuidado. Algunas empresas incluso utilizan el Black Friday para promocionar productos ecológicos o donar una parte de sus ventas a causas medioambientales.

Los proveedores de servicios en la nube también pueden hacer que el Black Friday sea más ecológico al optimizar sus centros de datos para lograr una mayor eficiencia energética e invertir en proyectos de energía limpia. Empresas como Microsoft ya se han comprometido a reducir las emisiones de carbono para 2030, lo que podría ayudar a reducir el impacto general de eventos como el Black Friday. Google Cloud también está avanzando en esta dirección, con el objetivo de funcionar completamente con energía libre de carbono para 2030. Se trata de medidas positivas, pero hasta que no cambiemos nuestra forma de pensar sobre el consumo, la nube seguirá alimentando no solo los sitios de comercio electrónico, sino también el ciclo de comprar más de lo que necesitamos.

Computación en nube distribuida: ¿una opción más ecológica?

Si bien los proveedores de nube tradicionales confían en centros de datos masivos para gestionar el aumento del tráfico, las tecnologías más nuevas, como Hivenet ofrece un enfoque diferente. Hivenet es una red distribuida de computación en la nube que utiliza la potencia informática inactiva de los dispositivos cotidianos, como las computadoras personales, para respaldar la infraestructura en la nube. En lugar de concentrar los recursos en centros de datos que consumen mucha energía, Hivenet aprovecha la potencia informática existente, que se pueden activar a pedido y se encuentran en cualquier parte del mundo.

Este modelo distribuido proporciona escalabilidad para eventos como el Black Friday y reduce el impacto ambiental. Al usar dispositivos inactivos, Hivenet minimiza la necesidad de servidores adicionales, lo que reduce el consumo de energía y las emisiones de carbono de los centros de datos tradicionales. Soluciones como Hivenet son una opción para las empresas que desean satisfacer la demanda durante los principales eventos de ventas sin aumentar su huella ambiental.

Otro beneficio de la computación distribuida es la resiliencia. A diferencia de los modelos de nube centralizados, redes distribuidas no tienen un punto único de falla, lo que puede mejorar la confiabilidad durante las horas punta. Este modelo también democratiza computación en nube al permitir que las personas participen y obtengan ingresos alquilando sus recursos informáticos inactivos. Esto podría cambiar nuestra forma de pensar sobre la infraestructura de nube y hacerla más inclusiva y sostenible a largo plazo.

El papel oculto de la nube en nuestro futuro

A medida que vivimos en la era del consumo digital, está claro que la nube seguirá siendo parte de nuestra forma de comprar, trabajar y vivir. Su papel en el Black Friday es solo un ejemplo de nuestra conexión con esta tecnología. Pero con la comodidad viene la responsabilidad. Comprender el impacto de la nube, tanto en lo positivo como en lo negativo, nos ayuda a tomar decisiones informadas, tanto si somos un minorista que se prepara para el día de mayores ventas del año como un consumidor que busca la mejor oferta.

La próxima vez que hagas clic en «añadir al carrito» el Black Friday, piensa en la nube trabajando horas extras para que todo funcione. Es más que solo código y servidores; es una compleja red de tecnología, costos e impacto ambiental que mantiene en funcionamiento la máquina de consumo. Y a medida que dependemos cada vez más de ella, tenemos que preguntarnos: ¿estamos dispuestos a pagar el precio completo?

Preguntas frecuentes

¿Qué es la computación en nube y por qué es relevante para el Black Friday?

La computación en nube utiliza servidores remotos alojados en Internet para almacenar, administrar y procesar datos. Para el Black Friday, es importante porque permite a los sitios de comercio electrónico ampliar su capacidad para gestionar grandes cantidades de tráfico y transacciones sin fallar.

¿Cómo garantiza la computación en nube la confiabilidad durante el Black Friday?

Los proveedores de nube ofrecen funciones como la escalabilidad, las redundancias y los acuerdos de nivel de servicio (SLA) que garantizan que los sitios web permanezcan en funcionamiento durante los días de mayor actividad comercial. La ausencia de tiempo de inactividad significa que no hay pérdidas financieras.

¿Cuáles son los impactos ambientales de la computación en nube durante el Black Friday?

Usos de la computación en nube centros de datos que consumen mucha energía. Durante eventos como el Black Friday, este consumo aumenta y conduce a un aumento de las emisiones de carbono, especialmente si la electricidad no proviene de fuentes renovables.

¿Qué es la computación en nube distribuida y cómo ayuda?

La computación en nube distribuida, como el modelo utilizado por HiveNet, utiliza la potencia informática inactiva de los dispositivos cotidianos en lugar de depender de grandes centros de datos. Esto reduce el consumo de energía y la huella de carbono de la computación en nube tradicional.

¿Cómo pueden los consumidores y las empresas hacer que el Black Friday sea más ecológico?

Los consumidores pueden participar en el «Viernes Verde» comprando menos o con más cuidado. Las empresas pueden hacer que sus operaciones sean más ecológicas optimizando el uso de la nube en aras de la eficiencia energética e invirtiendo en proyectos de energía renovable.

¿Cuál es el costo para las empresas que utilizan la computación en la nube durante el Black Friday?

Mientras la computación en nube es más rentablemás eficaz que tener servidores físicos, la ampliación para eventos de alta demanda, como el Black Friday, conlleva tarifas de uso adicionales. Las empresas pagan más durante las horas punta para garantizar que su infraestructura pueda gestionar el tráfico.

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