November 19, 2024

El coste del carbono de los clics: el secreto sucio del Black Friday

Todos los años, el día después del Día de Acción de Gracias, celebramos el Black Friday, un comercio minorista gratuito que se ha convertido en el rostro del consumismo. Millones de personas acudimos corriendo a las tiendas en línea para conseguir ofertas. Pero mientras estás ocupado consiguiendo gangas, hay un coste que no verás en el importe total de tu carrito ni en las tarifas de envío: el impacto medioambiental de la tecnología que hay detrás de todo esto.

Al hacer clic en «comprar», enormes redes de servidores, centros de datos, y los sistemas logísticos cobran vida, consumen energía y arrojan gases de efecto invernadero. El coste medioambiental real del Black Friday es mucho mayor de lo que pensamos, debido a las emisiones de carbono de nube servidores para la huella energética del envío urgente.

El coste energético de las compras online

wind turbines during sunset

Cuando pensamos en el impacto medioambiental del Black Friday, nos imaginamos el material físico: el embalaje, los camiones de reparto y el transporte aéreo. Pero hay otra parte que solemos pasar por alto: la tecnología detrás de nuestras compras en línea.

Cada vez que carga una página, agrega un artículo a su carrito o mira un video de producto, los datos se procesan a través de servidores en centros de datos. Los centros de datos son la columna vertebral de la Internet moderna, ya que impulsan todo, desde las redes sociales hasta el comercio electrónico. Pero la «nube» no es tan limpia ni tan liviana como parece. Los centros de datos utilizan más del 1% de la electricidad mundial, y durante eventos como el Black Friday, el consumo aumenta a medida que todos nos conectamos a Internet.

Este aumento de la demanda significa más sistemas de refrigeración y energía de respaldo, todo lo cual consume energía. Incluso los centros de datos más eficientes tienen que depender de energía no renovable durante las horas punta, lo que aumenta su huella de carbono.

La realidad detrás de los servidores en la nube «ecológicos»

Los gigantes tecnológicos como Amazon, Google y Microsoft afirman que sus servicios en la nube son «ecológicos» y «sostenibles», y utilizan créditos de energía renovable y programas de compensación de carbono. Sin embargo, estas afirmaciones no siempre resisten el escrutinio. Los centros de datos necesitan mucha energía, no solo para procesar los datos, sino también para refrigerar los servidores y evitar el sobrecalentamiento. Y cuando la demanda se dispara, como el Black Friday, esa energía tiene que provenir de alguna parte. Con frecuencia, son combustibles fósiles.

Muchos centros de datos están ubicados en regiones donde la energía renovable es escasa. Por lo tanto, durante las horas pico de compras, dependen de los combustibles fósiles para satisfacer la demanda. Los sistemas de refrigeración desempeñan un papel importante en este sentido: si bien los centros compran créditos renovables, la energía que consumen durante las horas punta a menudo proviene del carbón o el gas natural, lo que hace que sus pretensiones ecológicas parezcan un poco vacías.

Los clics se suman: la huella de carbono

Una sola búsqueda en la web emite aproximadamente 0,2 gramos de CO2 y la transmisión de un vídeo genera alrededor de 55 gramos por hora. No es mucho por sí solo, pero el Black Friday, cuando se producen miles de millones de clics, búsquedas y reproducciones, se acumula rápidamente. En 2021, Las compras online del Black Friday en el Reino Unido generaron 386 000 toneladas métricas de CO2—el equivalente a más de 215 000 vuelos de Londres a Nueva York.

Y no olvidemos los dispositivos que utilizamos para comprar: los teléfonos inteligentes, las tabletas y las computadoras consumen energía durante la producción y el uso. Extraer los materiales, fabricarlos y mantenerlos cargados aumentan su huella de carbono. Las actualizaciones frecuentes, a menudo impulsadas por las ofertas del Black Friday, amplifican este impacto. Y no olvidemos lo que ocurre cuando nos deshacemos de ellos.

Más allá de la tecnología: la logística de las compras

No son solo los servidores en la nube los que tienen un impacto ambiental. Llevar los productos a la puerta de su casa también tiene un coste. Los almacenes, las flotas de camiones de reparto y los servicios de entrega de última milla aumentan la huella de carbono del comercio electrónico. El envío en un día no es barato en lo que respecta a las emisiones; a menudo implica transporte aéreo, que tiene una huella de carbono mucho mayor que el transporte terrestre. Además, muchas compras del Black Friday se devuelven, lo que duplica las emisiones y los residuos del transporte.

Los centros logísticos, que funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana durante el Black Friday, también tienen grandes necesidades de energía para calefacción, refrigeración, iluminación y automatización. Este aumento de la actividad se traduce en más emisiones derivadas del consumo de energía, lo que añade un nivel más al coste medioambiental de nuestros hábitos de compra.

La nube distribuida: ¿una solución más ecológica?

a solar panel among vegetation

Tradicional computación en nube tiene una enorme huella de carbono, pero hay una opción mejor: la nube distribuida. Empresas como Hivenet está repensando la infraestructura de nube utilizando nodos más pequeños y descentralizados en lugar de centros de datos masivos. Estos nodos se pueden alojar en espacios subutilizados, incluso en hogares, ya que son los dispositivos que utilizamos a diario, como las computadoras portátiles, que distribuyen la carga y reducen los costos de energía.

Este modelo utiliza menos energía al reducir la necesidad de sistemas de refrigeración masivos y utilizar la infraestructura existente. Los sistemas de nube distribuidos también reducen la energía requerida para la transmisión de datos y el impacto ambiental general al procesar los datos más cerca de donde se necesitan.

Redes distribuidas también puede integrar más fácilmente la energía renovable. En lugar de depender de centros de datos centralizados que consumen mucha energía, los nodos más pequeños pueden extraer energía de fuentes renovables locales, como la eólica o la solar. Esto se ajusta a la visión de Hivenet: una solución flexible, nube sostenible eso es mejor para el planeta.

Cuidado con la brecha: las promesas frente a la realidad

La industria tecnológica habla mucho sobre la sostenibilidad: promesas de neutralidad en carbono, objetivos negativos en carbono. Sin embargo, como demuestra el Black Friday, la realidad no siempre está a la altura de las promesas. El aumento de la demanda pone de manifiesto las debilidades de nuestra infraestructura y la brecha entre los eslóganes de marketing y la práctica real.

Para reducir realmente la huella de carbono de las compras en línea, debemos repensar tanto nuestra tecnología como nuestros hábitos. Tenemos que adoptar tecnologías más ecológicas, como la nube distribuida, pero los consumidores también tienen que entender el impacto de los clics que hacen, no solo en sus carteras, sino también en el planeta.

¿Qué puede hacer?

Puede que te sientas impotente, pero las acciones individuales tienen sentido. Así es como puedes disfrutar de un Black Friday más ecológico:

  • Elige el envío estándar en lugar de la entrega en un día.
  • Consolide sus pedidos en lugar de realizar varias compras por separado.
  • Apoye a las empresas que utilizan tecnología más ecológica, como los que utilizan la nube distribuida.
  • Compre localmente para reducir las emisiones del envío.
  • Evite las compras impulsivas para reducir las devoluciones y el desperdicio.
  • Opta por productos digitales en lugar de productos físicos siempre que puedas.
  • Infórmese a sí mismo y a los demás sobre el impacto ambiental de las compras en línea.

Black Friday para un futuro más ecológico

El impacto ambiental del Black Friday va más allá de los camiones de reparto y los envases de plástico. Llega a la infraestructura tecnológica que sustenta nuestro mundo digital. La nube ha cambiado las compras, el entretenimiento y la comunicación, pero a un precio que no podemos ignorar.

La nube distribuida es el camino a seguir. Al descentralizar el procesamiento de datos e integrar la energía renovable, empresas como Hivenet están haciendo posible un futuro digital más ecológico. Pero la tecnología por sí sola no resolverá este problema: se necesita un cambio en las prácticas del sector y en el comportamiento de los consumidores.

Feliz Black Friday. Haga clic con prudencia. 🎉️🌎️🚍️

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